El seguro de dependencia es una parte importante de la planificación de la jubilación que no debe pasarse por alto. Aunque puede ser un componente vital de un plan de jubilación completo y realista para la mayoría, no es necesariamente para todos.

Por ejemplo, si tiene 55 años o más y piensa jubilarse con un patrimonio de moderado a elevado, debería plantearse seriamente la posibilidad de contratar un seguro LTCI. La otra opción es Medicaid, pero tendrá que desprenderse de sus bienes y es posible que tenga que esperar hasta cinco años antes de poder optar a la cobertura de residencias de ancianos de Medicaid. Por supuesto, puede utilizar sus propios fondos e ingresos privados para pagar los cuidados, pero ¿cómo pagará los cuidados cuando no le queden activos?

Medicare calcula que en 2020 aproximadamente 12 millones de estadounidenses mayores necesitarán algún tipo de cuidados de larga duración. La mala noticia es que el coste de este tipo de cuidados puede ser devastador y, lo que es peor, se prevé que aumente a un ritmo alarmante.

Actualmente, el coste medio de una habitación semiprivada en una residencia de ancianos es de aproximadamente 70.000 dólares al año. Para 2030, se espera que estos costes aumenten a 190.000 dólares anuales. Es típico ver residencias de ancianos en el área metropolitana de Nueva York que cuestan entre 12.000 y 17.000 dólares al mes. Aunque no necesites los cuidados de una residencia, los costes de la vida asistida, las ayudas sanitarias a domicilio y otras formas de cuidados a largo plazo pueden ser devastadores.

El mejor momento para contratar un seguro LTCI es entre los 50 y los 65 años, pero debe ser asegurable. La aseguradora determinará si merece la pena correr el riesgo teniendo en cuenta su estado de salud actual, la estabilidad de su salud y sus posibilidades de necesitar cuidados de larga duración en el futuro. Si una compañía se lo deniega, pruebe con otra.

Como todo, el coste del LTCI es un factor a tener en cuenta. Este coste dependerá de varios factores, como la edad del asegurado, el tipo de cobertura y si existe una cláusula de inflación.

La conclusión es que los cuidados de larga duración son un factor importante en la planificación de su futuro y deben incluirse en cualquier conversación que implique la planificación de la jubilación.