Si tu hijo tiene necesidades especiales, hay muchas cosas en las que pensar. Entre conseguir ayuda para el niño ahora mismo y pensar qué pasará cuando cumpla 18 años y usted ya no tenga autoridad legal para tomar decisiones médicas y económicas, aquí tiene dos opciones:

• Voluntades anticipadas - Las voluntades anticipadas, si el joven adulto tiene capacidad para ello, pueden adaptarse a las circunstancias específicas de la persona y son una forma excelente de mantener implicados a los familiares de confianza, al tiempo que se garantiza que los jóvenes adultos dirijan su futuro. A diferencia de la tutela, las voluntades anticipadas no implican la renuncia a ningún derecho y pueden modificarse con el tiempo.
• Tutela - La tutela es un procedimiento legal en el que alguien, normalmente un familiar, pide al tribunal que declare que una persona es incapaz de gestionar sus asuntos de forma eficaz debido a una discapacidad. Se nombra entonces a un tutor para que tome las decisiones por la persona con necesidades especiales.

Además, también se aconseja que redacte una declaración de intenciones. Una declaración de intenciones sirve para dejar constancia de sus conocimientos sobre las necesidades de su hijo, de modo que pueda orientar a futuros cuidadores, tutores y fideicomisarios a la hora de proporcionarle los mejores cuidados posibles. En pocas palabras, una carta de intenciones bien pensada garantiza que quienes vengan después de usted no tengan que perder un tiempo precioso averiguando cuál es la mejor manera de gestionar y cuidar a su hijo.

Después, el siguiente paso es planificar su futuro financiero.

Planificar su futuro:

Esto incluye descifrar a qué prestaciones públicas tiene derecho su hijo y cómo proteger sus bienes. Hay numerosos fideicomisos disponibles para ayudar a planificar el futuro financiero de su hijo con necesidades especiales, incluidos los fideicomisos para necesidades especiales y los fideicomisos mancomunados.

Echemos un vistazo a uno de nuestros clientes recientes.

Esta familia estaba compuesta por una madre soltera, dos hijas (una de ellas con necesidades especiales) y un hijo. La madre gozaba de una salud relativamente buena, sin problemas médicos específicos, y sus bienes ascendían a 525.000 dólares. Actualmente, el patrimonio se divide en dos tercios para la hija sana y un tercio para el hijo. La hija sana recibe la parte de su hermana en un esfuerzo por proteger y gestionar la parte para su hermana.

El objetivo de la clienta es asegurarse de que todos sus hijos, incluido el niño con necesidades especiales, hereden a partes iguales cuando ella fallezca. Para ello, tiene varias opciones.

1. Crear un fideicomiso para necesidades suplementarias de terceros. Al crear un fideicomiso para necesidades suplementarias de terceros en beneficio de su hijo con necesidades especiales, la clienta va a permitir que otras personas también contribuyan al fideicomiso y se asegurará de que el niño mantenga cualquier prestación gubernamental que esté recibiendo. Este fideicomiso también garantizará que los activos se reservan para el niño y no estarán sujetos a ningún problema financiero marital de la hermana que originalmente tenía los fondos.
2. Crear para sí misma un fideicomiso irrevocable o revocable. La elección dependerá de los objetivos de planificación de la madre. En ese fideicomiso, debe haber un lenguaje que cree un fideicomiso de necesidades suplementarias para el niño con necesidades especiales dentro del fideicomiso de la madre. Cuando la madre fallezca, los activos pasarán al fideicomiso dentro de su fideicomiso para ese niño.
3. Actualizar su testamento para incluir un fideicomiso de necesidades suplementarias en beneficio del niño. Cuando fallezca la madre, los bienes pasarán al fideicomiso del testamento de la madre en beneficio del niño.

Como puede ver, esta madre tiene unas cuantas opciones que puede tomar en función de sus preferencias para asegurarse de que su hijo con necesidades especiales esté bien atendido cuando ella falte. Trabajando con un profesional y analizando las opciones, usted tiene el poder de preparar económicamente a su hijo con necesidades especiales para el futuro.